martes, 10 de julio de 2007

Obstáculos y desafíos para las sociedades de conocimiento

Una barrera que conviene evitar, para el desarrollo de las sociedades del conocimiento compartido, es la tendencia prácticamente generalizada a caer en el determinismo tecnológico cuando se trata de imaginar las etapas que han de llevar al desarrollo de auténticas sociedades del conocimiento. En efecto, una visión mecánica de la innovación no puede caracterizar este fenómeno que, por definición, es imposible de pronosticar. Una genuina evolución hacia sociedades del conocimiento sólo puede ser el resultado de la definición de objetivos a largo plazo para las sociedades, basándose en consultas democráticas abiertas al conjunto de los protagonistas sociales. Ahora bien, es una realidad que esos debates siguen estando reservados, en gran medida, a un número restringido de protagonistas sociales o institucionales.

Lograr la educación básica para todos, promover la educación para todos a lo largo de toda la vida, estimular una generalización de los trabajos de investigación y desarrollo en todos los países del mundo mediante la transferencia de tecnologías, la regulación de la circulación mundial de las competencias y el fomento de la solidaridad digital: estos esfuerzos para lograr la participación de todos en el aprovechamiento compartido del conocimiento y la constitución –incluso en los países más desfavorecidos– de un auténtico potencial cognitivo representan una tarea considerable.
No se puede estimar, por ahora, el costo que representaría para la comunidad internacional la totalidad de los esfuerzos destinados a que todos los países del mundo se encaminen hacia sociedades del conocimiento.
Según la UNESCO, alcanzar el acceso universal a la escuela primaria de aquí a 2015 en los países en desarrollo y en transición costaría por lo menos 5.600 millones de dólares suplementarios por año. Esta suma exigiría que se multiplicase por ocho la cifra que esos países asignan hoy en día al gasto en educación. La mayor parte de los recursos que, en un plano más general, permitirían erradicar la pobreza y avanzar hacia sociedades del conocimiento podrían obtenerse con una reorganización de los presupuestos existentes.

Tres pilares de las sociedades del conocimiento

Ante estos desafíos, la comunidad internacional –ya se trate de gobiernos y organizaciones internacionales, tanto gubernamentales y no gubernamentales, como del sector privado– debería dar prioridad a tres iniciativas que constituirían otros tantos pilares sobre los que podrían edificarse auténticas sociedades del conocimiento para todos:
–una mejor valorización de los conocimientos existentes para luchar contra la brecha cognitiva;
–un enfoque más participativo del acceso al conocimiento (que el mayor número posible de individuos puedan convertirse en productores de conocimientos y no se limiten a ser meros consumidores de los que ya están disponibles actualmente); y
–una mejor integración de las políticas del conocimiento (objetivos compartidos).

Fuente: Informe de la UNESCO “Hacia las sociedades de conocimiento”

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