martes, 10 de julio de 2007

La brecha digital y cognitiva

Brecha digital …
Cabe preguntarse si el auge cada vez mayor de las tecnologías de la información genera nuevas brechas a nivel mundial y nacional, o si por el contrario puede mejorar el bienestar de nuestras sociedades. Los aspectos positivos de Internet no deben ocultar los riesgos que entraña la brecha digital. Aunque el número de internautas aumenta sin cesar y ha superado hace poco la cifra de 1.000 millones, cuatro de cada cinco habitantes del planeta siguen sin tener acceso a la Red. El objetivo de conseguir un ordenador para todos sigue estando muy lejano. Además, el
acceso a Internet todavía es muy oneroso en muchos países del Sur. Por ejemplo, el costo anual de una conexión con Internet permite alimentar a una familia entera por espacio de un año en Bangladesh.
La reducción de la brecha digital es, por consiguiente, un objetivo prioritario. Para contribuir a esa reducción, varias ciudades de los países industrializados han establecido “hermanamientos digitales” con diversas ciudades de países del Sur, en las que distribuyen gratuitamente ordenadores anticuados que han sido objeto de un reciclaje.
Otro ejemplo de reducción de la brecha digital nos lo proporciona la creación de los Centros Comunitarios Multimedia (CCM) que facilitan el acceso colectivo a las nuevas tecnologías. En agosto de 2005, la UNESCO inauguró en Harar el sexto CCM de Etiopía, en el que la población local puede utilizar cinco ordenadores provistos de acceso a Internet, así como escáneres, impresoras y aparatos fotográfi cos digitales. En ese centro se imparten también cursos de alfabetización y de formación para el uso de las nuevas tecnologías.
La brecha digital también existe en los países industrializados, ya que una parte considerable de su población se va quedando cada vez más al margen de los adelantos tecnológicos. Por eso, es menester procurar que –incluso en las economías más desarrolladas– tenga acceso a las tecnologías de la información y la comunicación el mayor número posible de ciudadanos y categorías sociales, comprendidos los ancianos, los discapacitados, los emigrantes y los individuos pertenecientes a medios sociales marginados por la pobreza y la falta de participación
en los sistemas educativos.
En el Informe Mundial de la UNESCO se formulan las siguientes recomendaciones:
• Facilitar el acceso a los recursos informáticos
Se debe fomentar y apoyar la difusión y utilización de programas de fuente abierta y material informático poco costoso en los países en desarrollo.
• Multiplicar los centros comunitarios multimedia
Se debe fomentar, especialmente en los países menos adelantados, la creación de estos centros de acceso colectivo a las nuevas tecnologías, a fin de lograr que las poblaciones se familiaricen con utilización y propiciar así la difusión y el aprovechamiento compartido de los recursos ofrecidos por Internet.
• Crear contenidos adaptados a los grupos desfavorecidos
Se deben adoptar medidas en favor de los grupos desfavorecidos –minorías lingüísticas, discapacitados, etc.– para superar los obstáculos técnicos planteados por el acceso a los contenidos digitales.

… y brecha cognitiva
¿Conferirá el conocimiento un poder exclusivo a quienes lo poseen, convirtiéndose así en un nuevo factor de exclusión? La ventaja acumulativa de la posesión del conocimiento genera una nueva brecha. En efecto, los que tienen acceso al saber desmultiplican su capacidad para seguir adquiriendo conocimientos. A la inversa, los marginados de las sociedades del conocimiento son víctimas de un círculo vicioso, porque su déficit de conocimientos agrava aún más las dificultades con que tropiezan para colmar sus lagunas. En efecto, en condiciones de igual acceso al saber, la adquisición de conocimientos por parte de las personas que poseen un alto nivel de formación es mucho mayor que el de aquellas que sólo tienen un acceso limitado a la educación.
Esta brecha cognitiva –muy antigua y profunda– cobra hoy nuevas formas. Es evidente que no desaparecerá cuando se suprima la brecha digital. En efecto, es ilusoria la pretensión de suprimir las diferencias de conocimiento entre individuos o naciones, contentándose con poner en línea todos los conocimientos humanos y facilitando el acceso a éstos. El mero hecho de construir autopistas no basta para garantizar la libertad de circular por ellas. Es necesario que los usuarios cuenten con vehículos o medios de transporte colectivos, y también es preciso que sepan conducir y puedan descifrar la señalización viaria, etc.
La brecha cognitiva que separa a los países del Norte de los del Sur existe también dentro de los países más ricos. Esta brecha no es una fatalidad, ya que la economía del conocimiento permite recuperar el retraso rápidamente a condición de que se efectúen las inversiones necesarias para propiciar la adquisición de conocimientos (educación) y el intercambio y aprovechamiento compartido de éstos (buen gobierno, libertad de expresión, etc.) A este respecto, el Informe Mundial hace hincapié en la labor que ha de realizarse –sobre todo en los sistemas educativos– para enseñar a los futuros internautas a seleccionar, clasifi car y utilizar con conocimiento de causa la información disponible en Internet.
Además, hay que señalar que, una vez que se codifi ca y se convierte en información, el conocimiento no es gratuito.
Los productores de conocimientos –sobre todo cuando son empresas privadas– no quieren perder los benefi cios de sus descubrimientos. De ahí que la comercialización de los datos entrañe el peligro de restringir el acceso a los mismos, especialmente en los países del Sur. Por lo tanto, es preciso encontrar una vía intermedia susceptible de armonizar el derecho al conocimiento con la protección de la propiedad intelectual.
En virtud de su Constitución, la UNESCO tiene asignada la misión de “facilitar la libre circulación de ideas por medio de la palabra y de la imagen”, así como “el acceso de todos los pueblos a lo que cada uno de ellos publique”. En lo que respecta a los campos de la educación y la investigación, el Informe Mundial suscribe los principios formulados por el Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU), según los cuales el progreso científico exige un acceso libre y total a los datos.
En el Informe Mundial de la UNESCO se formulan las siguientes recomendaciones:
• Fomentar el acceso igual y universal al conocimiento
Se alienta a los Estados Miembros de la Organización a promover el acceso igual y universal al conocimiento en
pro del progreso de la ciencia y la universalización de la educación, respetando las políticas y legislaciones relativas
al derecho de autor.
• Avanzar hacia una certifi cación de los conocimientos en Internet
Conviene fomentar el establecimiento de normas y criterios objetivos que permitan a los internautas identificar cuáles son los sitios Internet en los que la información es especialmente fi able y de buena calidad. Esta labor normativa –que exige una labor conjunta de las instituciones públicas y privadas y las organizaciones no gubernamentales– podría conducir a la creación de denominaciones de calidad que abarcasen una amplia gama de conocimientos.

Fuente: Fragmentos del informe de la UNESCO "De la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento"

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